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El teletrabajo crece, al ritmo de la crisis

Fuente: Cronista.com
Link: http://www.cronista.com/notas/175473-el-teletrabajo-crece-al-ritmo-la-crisis

El teletrabajo es una alternativa que hasta hace pocos meses no había logrado conquistar demasiado -por las buenas- a las empresas argentinas, en virtud de una cierta desconfianza y con niveles de implementación bastante por debajo de los que se dan en otras latitudes. Sin embargo, súbitamente y a partir de la crisis desatada, las corporaciones están viendo con mejores ojos a la modalidad, como una herramienta saludable para ahorrar costos y de paso complacer a sus trabajadores en ítems como mayor flexibilidad y mejor calidad de vida. Y si bien no lo reconocen en forma pública, en off son varias las firmas que aceptan estar analizando incorporar esta variable lo más pronto que se pueda para capear el temporal y gastar lo menos posible.

La ecuación es clara y la grafica muy bien un miembro de una reconocida compañía. “Mirá, acá bajó la orden de reducir los costos al máximo, por lo que la idea es implementar políticas formales lo antes posible en ciertas áreas que se pueda contemplar, para que la gente trabaje desde la casa la mayor parte del tiempo. Lo vemos como una solución con triple efecto: costos menores para nosotros, fortalecimiento de la política de flexibilidad y retención de talentos, y a su vez también menos gastos para los implicados, en transporte y comida por ejemplo”, dice por lo bajo un colaborador del área de Recursos Humanos de una empresa de consumo masivo, un rubro que asimismo apenas meses atrás ni hubiera concebido algún programa más o menos formal al respecto. Y de alguna manera ése parece ser el lema que varias organizaciones planean honrar durante 2009, una tendencia que de hecho fue confirmada por más de un consultor también en conversaciones informales.

Y los réditos también pueden extenderse a otros aspectos. “Con la crisis el teletrabajo representa una muy buena opción para las empresas, porque pueden achicar espacios inmobiliarios y de paso les juega a favor en lo que es retención del personal. Hoy, con el avance de las tecnologías y de personas dispuestas a teletrabajar no debería ser siempre el despido o la disminución del salario la variable de ajuste para la disminución de costos. Y algo estamos percibiendo en ese sentido”, opina Sonia Boiarov, coordinadora del Centro de Teletrabajo de la Carrera de Relaciones del Trabajo de la UBA.

Teniendo en cuenta que en buena parte de las empresas consultadas negaron que estén contemplando el tema por una cuestión de dinero, una buena pauta la brindan desde Citrix, una compañía especializada en infraestructura de entrega de aplicaciones y servicios como la virtualización de escritorios. “Aunque varias empresas lo vienen impulsando hace tiempo para reforzar cuestiones como la flexibilidad, con la crisis muchas otras se están prestando a hacerlo, pero como una cuestión más del día a día y el ahorro de costos. Es una tendencia que empezó en los últimos meses y la verdad que lo percibimos bastante en la demanda de nuestros servicios”, cuenta Christian Rovira, Field Servece Manager para SCA de Citrix. “En las conversaciones que tenemos con representantes de algunas firmas, se muestran cada vez más conscientes del ahorro que tendrían, si parte de la plantilla trabajara desde su casa. Hoy, diría que muchas corporaciones están preocupadas por el contexto pero a la vez entusiasmadas, porque tomaron conciencia de que tienen una vuelta de tuerca para minimizar gastos”, prosigue Rovira.

Por todo ello, la perspectiva marca para 2009 un crecimiento de trabajadores virtuales, algo que en este momento ya se está viendo no sólo por el colapso financiero: aquí también juega su parte -aunque más tímidamente- la cuestión estacional, dado que el verano también es proclive a la práctica del trabajo remoto, sobre todo en ejecutivos. “Sí, en verano hay muchas empresas que lo llevan a la práctica con

mayor fuerza en ciertos casos, ya que les permite a los trabajadores resolver sus tareas desde su hábitat favorito. Y a su vez les posibilita reforzar sus estrategias de retención, brindándoles más flexibilidad a los empleados, algo que en época estival es aún más aprovechado que durante el resto del año”, asiente Ana María Gueli Enríquez, asesora especializada en inserción laboral y en búsqueda y selección de personal. Se refiere, claro está, a casos puntuales más bien orientados a cargos gerenciales o jerárquicos, los mismos que años atrás se resistían a sumarse a las filas de los denominados ejecutivos móviles.

Entre ventajas, riesgos y mitos

Es que pese a sus beneficios en términos de flexibilidad y ahorro de costos, el teletrabajo no deja de generar dudas, tanto para empleados como para sus empresas. Por ejemplo, una investigación de la American Management Association sostiene que el teletrabajo puede convertirse en un obstáculo para una exitosa carrera laboral: seis de cada 10 ejecutivos consultados cree que los teletrabajadores tienen menos oportunidades de ser ascendidos.

En este sentido, mostrar la cara en la oficina parece ser una forma más efectiva de trepar la pirámide corporativa, aunque no tenga relación directa con la productividad. El mismo estudio afirma que, para que la modalidad sea una opción más atractiva, las organizaciones deberían implementar esquemas de ascensos basados en los resultados.

Las voces corporativas consultadas no sólo descartan esta posibilidad, sino que aseguran que los organigramas de crecimiento interno contemplan productividad y resultados como parámetros más tenidos en cuenta. Y remarcan que los empleados reaccionan de manera muy positiva cuando les ofrecen la posibilidad, además de recordar que los resultados iniciales son buenos.

Las opiniones cobran más relevancia porque se trata, vale aclararlo, de compañías que ya vienen aplicando el trabajo virtual desde hace tiempo, mucho antes que se desatara la crisis. “Por el contrario, para nosotros el beneficio del teletrabajo no afecta el desarrollo, sino que forma parte parte del crecimiento profesional y personal de cada uno, además de estimular el compromiso y ayudar a la organización de los equipos de trabajo y a la distribución de tareas y responsabilidades”, opina Alejandra Salomonoff, gerente de Clima y Cultura de Telefónica.

Para Mariana Ludolini, gerente de Recursos Humanos de Nokia, “la presencia física es independiente de la posibilidad de tener un crecimiento profesional”. “El trabajo virtual o remoto no influye para nada en la promoción interna, ya que los empleados (nuestros) están acostumbrados a trabajar por objetivos. Es una práctica de gestión que cae muy bien en los empleados”, dice.

Mientras, Fabio Boggino, gerente de RRHH de Telecom, al tiempo que desestima la influencia o no en la mejora jerárquica, recuerda que desde que están llevando adelante la prueba piloto (ver nota complementaria) mejoraron las encuestas de clima y la relación entre los empleados. “Generó un shock positivo y la gente está satisfecha, porque además tiene un ahorro en transporte, vestimenta, comida y en tiempo, una variable tan importante como las anteriores”, enumera. Si bien todas son firmas ligadas a las comunicaciones y a la tecnología, que históricamente han sido las más prestas a aplicar metodologías vinculadas, la tendencia actual incluye a varios rubros tiempo atrás más intransigentes.

De todas maneras, Angélica Abdallah García, presidenta de la Asociación Argentina de Teletrabajo (AAT), recuerda que “no hay que perder de vista que al hablar de teletrabajo en relación de dependencia estamos suponiendo una parte presencial de al menos 30% del tiempo, porque esas instancias sirven para mantener la cohesión del equipo, el sentido de pertenencia y también para evaluar el desempeño”.

“El teletrabajo es un tema cultural, es 70% la persona y 30% la tecnología”, precisa la experta. Y propone, en función del incremento actual y estimado, analizar la alternativa ya en el momento de formación de los jóvenes universitarios.

Por otro lado, si bien también destaca las ventajas relacionadas, Germán Peisker (director de la consultora en RR.HH. Readiness Hunters) recuerda algunos riesgos vinculados y no descarta que sea un impedimento para escalar posiciones. “Puede generar poca integración con la empresas y su grupo humano, y poco sentimiento de pertenencia. Posiblemente esta modalidad limita el desarrollo corporativo, en donde la presencia física es clave. No sé, todavía no me imagino a un gerente trabajando desde su casa”, puntualiza, y agrega que para empleados acostumbrados a trabajar en el sistema tradicional puede ser sinónimo de inconvenientes para acomodar horarios y su vida familiar, además de generar una sensación de que en definitiva se está trabajando más horas que antes.

Lo cierto es que más allá de las probables contraindicaciones, prevalecen más las ventajas y beneficios, hoy más que nunca. Justo en la era en que los trabajadores piden a gritos flexibilidad y una mejor relación entre la vida personal y laboral, las compañías se toparon con el disparador ideal para sumar puntos en la senda de conquistar a sus talentos.

Y un camino que parecía por demás sinuoso podría librarse de sus obstáculos al compás de una nueva crisis financiera que puso a las organizaciones contra las cuerdas.

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